Camino de Santiago
Cacabelos y el Camino de Santiago son entidades inseparables. Desde las primeras peregrinaciones a tierras compostelanas en el Bajo Medievo, la villa se fue convirtiendo en refugio y descanso para el cuerpo y el alma de aquellos que la atravesaban, con albergues, hospitales, ermitas e iglesias.
El paso fácil sobre el río Cúa a través del Puente Mayor, la designación como parada de postas, sus gentes afables y los magníficos servicios con los que contaba, convirtieron a Cacabelos en punto de referencia en el Camino durante la Edad Moderna, siendo citado desde entonces como final y principio de etapa.
Esta larga historia en común ha hecho que, a lo largo de los 5 kilómetros en que el municipio acoge la Ruta Jacobea, numerosas construcciones se hayan alzado y, en algunos casos, hecho desaparecer con el transcurso de los siglos. Entre aquellas de las que hoy podemos disfrutar, se encuentran la fuente de la Salud, la plaza de San Lázaro, la capilla de San Roque, la iglesia de Santa María, el ya citado Puente Mayor, el santuario y el albergue de las Angustias y la iglesia de San Martín de Pieros.